Mucho se habla de vestuario, por ejemplo, en el ámbito artístico, donde los actores requieren ciertas prendas y accesorios para componer a un personaje. Ya sea para cine, televisión o teatro, para caracterizar a alguien y hacer creíble esa personificación se requiere un vestuario específico, complementado por el maquillaje.
Según lo requiera cada escena o proyecto artístico, se apelará a vestuarios de época, a vestuarios modernos, a vestuarios luminosos, a vestuarios formales, a vestuarios casuales o a vestuarios infantiles, por mencionar algunas alternativas comunes. Respecto al baile, es fundamental tener en cuenta el género o ritmo ya que los vestuarios y los accesorios varían entre un estilo y otro: no es lo mismo una danza folclórica que realizar una presentación artística de salsa, así como también hay diferencias entre alguien que hace un show de flamenco, una odalisca y una pareja que baila tango, por indicar diversas posibilidades.
Más allá de aprender a diferenciar cada vestuario de acuerdo al look que ofrezca y al estilo de la indumentaria utilizada, es importante tener en cuenta que existen otros usos y categorizaciones de la palabra.
Hay, por indicar una referencia no vinculada a la industria textil, vestuarios deportivos. Se trata de instalaciones propias de gimnasios y clubes reservadas para quienes realizan alguna actividad puedan cambiarse de ropa, higienizarse y prepararse antes y después de realizar ejercicio. Es común, por ejemplo, que un relator de fútbol mencione los vestuarios porque allí es donde permanecen los jugadores, el entrenador y los preparadores físicos durante el entretiempo de un partido.