El reino animal está compuesto por especies fascinantes. Entre ellas aparece la vaca, tal como se conoce a las hembras de los toros.
Estos seres viven en el campo, aunque a veces se los puede encontrar en granjas y exposiciones que buscan trasladar el ámbito rural a las grandes ciudades. Para ayudarlos a aprender más sobre estos mamíferos de manera sencilla y didáctica, en los párrafos siguientes ofreceremos detalles de las distintas clases de vacas que le aportan diversidad a estas criaturas que, en muchas culturas, se valoran por su carne y su leche mientras que en otras, son sagradas.
Las vacas fecundas, por ejemplo, suelen catalogarse como vacas abiertas, mientras que se identifica como vaca frisona o Holstein a una raza vacuna originaria de los Países Bajos, Alemania, Holanda del Norte… De hacer foco en las razas, encontraremos además a la vaca canaria o criolla (natural de Canarias), a la vaca berrenda en negro o en colorado (típicas de Andalucía), a la vaca murciana (propia del sudeste de la Península Ibérica) y a la vaca retinta (populares en Extremadura y la zona oeste de Andalucía).
Lejos de estas denominaciones, adquieren relevancia diferentes expresiones en las cuales aparece la idea de vaca. Se habla de “vaca del aguardiente”, por mencionar un caso puntual, para señalar a aquella que, en una fiesta popular, se encierra a primera hora del día.
“Vaca loca”, por otra parte, es el nombre común de una enfermedad que el ser humano puede contraer si consume carne de ejemplares afectados por la encefalopatía espongiforme bovina. Asimismo, de manera coloquial se suelen aprovechar las expresiones “vacas gordas” y “vacas flacas” para aludir a periodos de abundancia o de escasez económica, respectivamente.