La definición teórica presenta al concepto de tez como las partes, superficies o porciones que dan cuenta del color de piel de un individuo, haciendo foco sobre todo en el área facial.

Como es sabido, no todos los seres humanos somos iguales en relación a nuestra apariencia y existen clasificaciones centradas en el aspecto físico de cada uno que permiten identificar a alguien por sus rasgos y tonos de piel. No se trata de discriminar sino de resaltar un detalle para, por ejemplo, facilitar la búsqueda de quienes se encuentran con paradero desconocido. También, es usual que se analice la tez femenina para elegir qué clase de maquillaje le conviene en función de las tonalidades de su piel.

Cuando una familia comienza una campaña para encontrar a un adolescente que no regresó a su hogar o un anciano extraviado, por citar algunas posibilidades, suele indicar si se trata de una persona de tez blanca, tez trigueña o tez morena. Por ejemplo: “Se solicita colaboración para dar con el paradero de Fátima Jolius, de 32 años de edad, que desapareció el sábado pasado en la ciudad de San Martín. Tiene contextura mediana, tez blanca, cabello castaño lacio, ojos verdes”.

Según el país donde se valore la piel de un determinado individuo, también adquirirán relevancia las categorías de tez aceitunada, tez amarilla, tez aperlada, tez mate, tez mestiza, tez pálida, tez cetrina, tez fría, tez neutra, tez cálida o de tez oscura, entre otras expresiones que hacen hincapié en como luce una piel.