El concepto de tenedor, a juzgar por la teoría, no se limita a identificar al elemento que, junto al cuchillo y a la cuchara, se presentan en la mesa para que los comensales pinchen, sostengan y corten alimentos para llevarlos hacia la boca sin necesidad de tocarlos. Esta palabra en líneas generales sirve también, por ejemplo, para aludir a los individuos que poseen algo y, en el juego de pelota, refiere al sirviente que se encarga de detener a la que rueda por el suelo.
Alguien que se hace cargo de víveres para su posterior distribución, por señalar otra posibilidad a tener en cuenta, está considerado como un tenedor de bastimentos, mientras que aquel que tiene la responsabilidad de ocuparse de los libros de contabilidad se conoce como tenedor de libros.
En relación a la gastronomía y a los productos ofrecidos como cubiertos, podemos resaltar la existencia de tenedores de plástico, de tenedores para niños y de tenedores metálicos así como también la de los tenedores libres, tal como se presenta a los restaurantes donde, por un monto fijo de dinero, hay acceso sin restricción a toda la variedad de platos que se ofrecen allí.
Tampoco se puede dejar de mencionar que, en otros tiempos, a los salteadores se los solía señalar como tenedores de caminos.
Los expertos en ajedrez, por su parte, aprovechan este vocablo para dar nombre a una táctica basada en el empleo de una pieza con el objetivo de atacar, de modo simultáneo, a dos o más piezas del oponente.