Se conoce como taquigrafía al arte de utilizar determinados símbolos y abreviaturas para poder escribir a la misma velocidad que uno tiene al hablar. Este sistema está compuesto de caracteres y signos que equivalen a palabras, letras y frases: quien lo lleva a cabo se define como taquígrafo.
Por lo general, la taquigrafía se utiliza cada vez que hay un discurso importante o se procede a la lectura de un fallo judicial. También se aprovecha en los debates parlamentarios y en los programas televisivos que, en tiempo real, subtitulan a quien está hablando.
De buscar información acerca de este antiguo método, encontrará sin mayores esfuerzos referencias hacia las múltiples modalidades de esta técnica. En suelo español, por mencionar casos puntuales, fueron muy populares los sistemas taquigráficos desarrollados por el sacerdote Pere Garriga i Marill (conocido como Taquigrafía Garriga) y el estenógrafo Francisco de Paula Martí Mora (Taquigrafía Martí).
En 1904, un mexicano adaptó al español el sistema desarrollado por un irlandés que quedó en la Historia bajo la denominación de “taquigrafía Gregg” y, en 1970, adquirió relevancia otra alternativa, conocida como taquigrafía Teeline (muy popular en las naciones de la Commonwealth).
El sistema de taquigrafía Pitman (que aprovecha los renglones de las hojas para ubicar los símbolos), la taquigrafía Carisimi (tipo de escritura que surgió en territorio uruguayo durante la década del 40) y la taquigrafía Larralde (propuesta por Gabriel Hilario Larralde, a quien se señala como quien creó la estenografía argentina) son otras alternativas que le aportan diversidad a esta actividad.