Al consultar el diccionario de la Real Academia Española (RAE) en busca de información que permita saber qué es un solvente y en qué contextos es adecuado mencionar este concepto, descubrimos que son varias las definiciones aceptadas para este vocablo.

De acuerdo a la teoría, es tan válido apelar a esta palabra para describir a alguien o a algo que tiene la capacidad de resolver una determinada cuestión como para identificar a quien está librado de deudas.

Asimismo, se considera solventes a aquellos que son dignos de merecer crédito y que pueden, por mérito propio, hacer frente a obligaciones y cumplir sus compromisos con responsabilidad. En el ámbito de la Química, por otra parte, se reconoce como solvente a la sustancia que, complementada con otra, logra disolver y generar una mezcla de carácter homogéneo.

El solvente entendido como un compuesto químico está sujeto a numerosas clasificaciones debido a la diversidad de productos que, desde hace tiempo, se utilizan en la industria farmacéutica, para fabricar adhesivos, a la hora de elaborar un material sintético y para producir una pintura, entre otras actividades.

Hay, por mencionar una de las opciones más comunes, solventes industriales, así como también hay alternativas de solventes que se fabrican de modo casero. De investigar con mayor profundidad, es posible reconocer las particularidades que definen a los solventes aromáticos y a los solventes alifáticos; a los solventes orgánicos y a los solventes inorgánicos; a los solventes ecológicos y a los solventes polares y a los solventes apolares, por citar a algunas categorías a modo de referencia.