Las personas que disfrutan andar en skate y poner a prueba sus habilidades físicas a través de diferentes trucos tienen a disposición una gran cantidad de opciones para deslizarse sobre una tabla dotada con ruedas.

En primer lugar, es importante saber que las tablas se fabrican con fibra de vidrio, madera o fibra de carbono. En el skateboard que muchos jóvenes utilizan para hacer piruetas y subir y bajar por rampas, los bordes, la cola y la punta varían de acuerdo al modelo.

El longboard es más amplio, aerodinámico y alargado que el producto anterior, razón por la cual se vuelve más cómodo para aprovecharlo como medio de transporte y bajar pendientes. Similares a él son la freeboard (una tabla que permite sujetar los pies) y la cruiser, que suele producirse con plásticos de gran resistencia y es más liviana que el longboard.

Con un número mayor de ruedas aparece la flowboard, mientras que el waveboard se distingue como una fusión de tablas de skate, snowboard y surf que dan origen a un diseño original donde un par de plataformas se mantienen unidas a través de una barra de metal.

De buscar otras alternativas, adquieren relevancia el carveboard (que incluye ruedas con cámara de aire y una forma simétrica de la alargada tabla de madera), las vistosas hamboards que invitan a surfear en el asfalto, el moderno skate eléctrico que permite frenar o acelerar dando indicaciones a distancia y la pequeña fingerboard (una miniatura del skate tradicional para jugar con los dedos), por enumerar más opciones que diversifican y amplían los alcances del skate.