A menudo escuchamos o pronunciamos frases como “Se va a poner bien, el abuelo es fuerte como un roble”, “Vivo en un municipio de Colombia conocido como El Roble” o “Compré muebles de roble para el living-comedor”. Ahora bien, ¿qué es, exactamente, un roble? De querer tener precisiones al respecto y conocer las variedades que existen en torno a este material, no dejes de leer los párrafos siguientes.
Dice la teoría, respaldada por la definición del diccionario de la Real Academia Española (RAE), que un roble es un árbol robusto y vigoroso que pertenece a la familia de las Fagáceas.
Estos ejemplares, que pueden llegar a alcanzar hasta cuarenta metros de altura, poseen hojas perennes, flores de tonalidades verdes amarillentas y dan como fruto unas bellotas de sabor amargo.
De acuerdo a las apreciaciones de quienes se especializan en Botánica son múltiples las especies que pertenecen al grupo de los robles. Por esa razón, hoy hemos querido hacer foco en esta temática para ayudarlos a incorporar datos interesantes sobre estos árboles sin necesidad de rastrear bibliografía para aprender más del asunto.
Existen, por ejemplo, el roble albar (cuyas bellotas carecen de rabillo y sus hojas son pecioladas) y variedades jóvenes que reciben la denominación de quejigo hasta el momento de alcanzar su desarrollo regular. La lista se hace más diversa frente al roble andaluz y el roble blanco, así como también en presencia del roble carrasqueño, el roble dorado, el roble matorrizo, el roble portugués, el roble turco y el roble enciniego, por citar otros árboles a modo de referencia.