El acto y la consecuencia de plegar algo, es decir, de doblarlo al menos una vez, se conocen como plegado.

A la hora de diseñar e imprimir folletería, por señalar una posibilidad, es importante conocer todas las alternativas disponibles en materia de plegado para seleccionar la opción que mejor se adapte a las necesidades. Las modalidades de plegados más comunes son los trípticos envolventes, así como también se trabaja con trípticos en acordeón. Las mismas variantes se aplican a los cuadrípticos, donde también se suelen ver diseños de plegado ventana. Otro modelo muy solicitado es el que dobla el pliego a la mitad, ya sea valiéndose de un plegado simple simétrico o asimétrico. El plegado en cruz (muy habitual para cuadernillos), el plegado combinado (una fusión de estilos para plegar un material), el plegado múltiple (con varios dobleces), el plegado en cartera (de manera envolvente), el plegado paralelo (cuando el folleto se dobla con líneas que resultan paralelas entre sí) y el plegado en zigzag (con pliegues que alternan la orientación de las caras de la pieza a doblar) son otras clases de plegado que se pueden tener en cuenta.

Si nos centramos en el origami, en tanto, descubriremos las particularidades del plegado en húmedo, una técnica que brinda la chance de aplicar curvas finas y moldear mejor el papel en comparación al resto de los métodos que se limitan a superficies planas y pliegues rectos de inspiración geométrica.

Al trabajar con telas, por otra parte, se puede apostar por el plegado doble o por el plegado tipo Sakura, por señalar algunas posibilidades.