Nucleótido es una palabra que, en la práctica, se emplea en el campo de la Bioquímica para identificar a un compuesto de carácter orgánico que presenta en su composición una base nitrogenada, ácido fosfórico y un azúcar. En función de la presencia de desoxirribosa o ribosa, según corresponda, se podrá aludir respectivamente a un desoxirribonucleótido o a un ribonucleótido.

En el caso de los desoxirribonucleótidos, se trata de monómeros que conforman el ADN. Según los expertos en el tema, proceden de los ribonucleótidos, los cuales a su vez están definidos como nucleótidos del ARN.

Al buscar más precisiones al respecto, descubrimos además la existencia de nucleótidos de base pirimidínica y nucleótidos de base púrica o purínica. Asimismo, es posible centrar la atención en variedades específicas para estar al tanto de sus particularidades, como ocurre, por señalar algunas alternativas, con los nucleótidos de adenina (donde aparece el trifosfato de adenosina identificado con la sigla ATP que se destaca por constituir la fuente principal de energía para el desarrollo de la mayor parte de las actividades celulares) y los nucleótidos coenzimáticos (como lo es la molécula flavín adenín dinucleótido, presentada bajo la sigla FAD).

Por otra parte, adquieren relevancia los nucleótidos no nucleicos (los cuales se hallan libres en las células y no integran a los ácidos nucleicos pero poseen un valor biológico significativo por tener funciones importantes dentro del metabolismo, como lo son por ejemplo los nucleótidos difosfato y trifosfato) y los nucleótidos nucleicos (conjunto donde aparecen los ya citados desoxirribonucleótidos y los ribonucleótidos).