El concepto de noxa, según informa la Real Academia Española (RAE) en su diccionario, es una palabra en desuso que se empleaba para definir a un perjuicio o a un daño. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este término, en la actualidad, se aprovecha para aludir a todo elemento o factor del medio ambiente o entorno que afecta la salud de un organismo ya sea por una carencia, un defecto o un exceso del agente etiológico que, de manera directa o indirecta, interviene en cada caso.

Es posible distinguir, por indicar una alternativa específica a modo informativo, a las noxas de carácter psico-socio-culturales, las cuales tienen la particularidad de ser acciones o falta de medidas para revertir la situación dañina que pueden llegar a disparar en algunas personas alteraciones psíquicas y problemas físicos, tal como ocurre con los efectos de una crisis económica, la falta de empleo, la discriminación y el rechazo social en general o una guerra. Los cuadros de ansiedad y/o de depresión, el insomnio y los trastornos cardiovasculares son varios de los problemas que provocan estas noxas.

Las noxas físico-químicas, en tanto, son agentes mecánicos o asociados al clima que también pueden atentar contra el bienestar de alguien. El cambio brusco de temperatura, un golpe fuerte en el cuerpo, los rayos ultravioleta, las sustancias venenosas con las que se puede entrar en contacto y la presión atmosférica aparecen en este grupo.

Los virus, las bacterias y las mordeduras de diversos animales, por otra parte, están nucleados en el conjunto de las noxas biológicas, tal como se denomina a los agentes que causan múltiples enfermedades.