Para comprender en qué consiste la melanina y cuáles son las variedades que abarca es fundamental tener conocimientos sobre Biología, ya que esta palabra refiere a un pigmento de tonalidad oscura que está presente en el citoplasma de determinadas células de organismos vertebrados y que es responsable del color del cabello, la piel, etc.
Cuando uno busca información al respecto descubre la existencia de la eumelanina, la cual se subdivide a su vez en marrón y en negra y deriva de un aminoácido llamado tirosina, y de la feomelanina, en la cual hay compuestos de azufre que se conjugan con el anillo aromático de la tirosina. Los expertos en el tema establecen que a mayor cantidad de eumelanina, más oscura es la tonalidad del cabello, mientras que altos niveles de feomelanina se traducen en pelos claros.
Por otra parte, es posible hacer alusión a la melanina fosilizada, un pigmento detectable en restos fósiles que, por ejemplo, le han permitido a un grupo de científicos poder determinar con precisión de qué color eran algunos mamíferos ya extintos que poblaron el planeta hace millones de años.
Distinto a los anteriores es el caso de la denominada neuromelanina, ya que no está vinculada a la melanina: simplemente, se trata de un pigmento de apariencia oscura que se presenta en diversas neuronas y que, pese a tener un nombre similar, no está considerada como parte del grupo de las melaninas. Otro dato interesante a tener en cuenta: la melanina se ha empleado para el desarrollo de una batería no tóxica que permitiría en un futuro cercano ingerir un dispositivo a fin de estudiar el organismo desde adentro y poder hacer de este modo diagnósticos médicos exactos.