Cuando las nubes no le quitan protagonismo, la hermosa luna se mantiene firme junto a las estrellas para dar un espectáculo romántico pero también fascinante para todo ser humano. Para admirar a este cuerpo que se deja ver de noche y que tiene la particularidad de ser el único satélite natural de nuestro planeta no hacen falta equipos especiales: basta con elevar la vista y descubrirla.
Lejos de ofrecer el mismo espectáculo cada vez que el Sol se oculta, la Luna adopta diversas formas que guardan relación con las fases diferentes que surgen a raíz de sus movimientos de rotación.
Cabe resaltar que, si bien es la luna llena la más elogiada de todas, hay otras versiones de la Luna que también pueden servir como inspiración artística o excusa para disfrutar de una velada pasional a orillas del mar. Así, entonces, habría que tener en cuenta que la luna puede estar en fase creciente, permanecer en condición de menguante o dejarse ver como luna nueva.
Claro que también existe la media luna (una figura que se prolonga hasta el término del cuarto menguante pero que se utiliza además en otros ámbitos que nada tienen que ver con la Astronomía ya que, por ejemplo, una medialuna es un pan o factura que se ofrece en versión dulce y salada) y la expresión conocida como “Luna de Miel”, una frase que se emplea para hacer referencia a los dias de intimidad que disfrutan los enamorados tras sellar su amor con el matrimonio.