El avance de la tecnología y la popularidad de los productos surgidos a partir de su aprovechamiento han permitido que, hoy en día, gran parte de los seres humanos incluya dentro de su vocabulario cotidiano términos como iPhone.

Este concepto, por ejemplo, refiere a una familia de teléfonos inteligentes que diseñó la empresa Apple Inc. Estas piezas, en general, se distinguen por tener pantalla táctil, escasez de botones físicos y acceso a Internet, pero existen varios modelos en su clase.

De querer obtener uno de estos móviles, pues, se podrá optar por múltiples versiones, cada una de ellas caracterizada por diversas ventajas y desventajas: la del iPhone (la más sencilla en su tipo por haber sido superada por alternativas más novedosas y complejas), la del iPhone 3G (similar al iPhone original pero con conectividad vía 3G, tal como lo indica su nombre), la del iPhone 3GS (de apariencia física parecida a su antecesor pero con una velocidad hasta dos veces más rápida que la ofrecida por el iPhone 3G), la de iPhone 4 (modelo que propone una renovación estética respecto a los más antiguos y un avance del sistema operativo ya que estrena el iOS4) y la del flamante iPhone 4S, el más novedoso hasta el momento.

Sobre el teléfono más reciente, se puede destacar su cámara de ocho megapixeles, su capacidad para grabar y editar en FullHD, su revolucionaria pantalla retina, su poderoso chip A5 dual – core y su sistema operativo móvil IOS 5, entre otras características de avanzada.