Para entender qué y cómo es un holograma primero es fundamental saber en qué consiste la holografía ya que es la técnica fotográfica que permite obtenerlo.
En la práctica hay hologramas que surgen gracias al proceso de holografía digital (donde se trabaja con información sobre profundidad y superficies en tres dimensiones), así como hologramas táctiles de gran complejidad porque requieren un método que sirva para simular con gran realismo que el objeto en cuestión puede ser tocado y manipulado.
Los hologramas especulares, por su parte, son resultado de una práctica que se fue mejorando con el tiempo para dar origen a proyecciones de imágenes en tres dimensiones. Los hologramas permanentes, en tanto, se generan tras la grabación, el desarrollo y la reconstrucción de la imagen de manera secuencial. A partir de esta modalidad, han surgido también los hologramas dinámicos que requieren un procesamiento óptico especial y una elevada cantidad de información para generar de forma paralela una imagen completa.
Más allá de estas categorías, hay que saber que también es posible crear hologramas caseros y que hay algunos trucos para transformar el smartphone en un proyector o reproductor piramidal de hologramas haciendo uso de elementos que suele haber en la mayoría de los hogares: una regla, una caja acrílica de CD, papel, lápiz, un poco de cinta adhesiva y un cutter.
Los hologramas sonoros, los hologramas biomagnéticos y los hologramas autoadhesivos son otras alternativas que demuestran la amplia variedad de imágenes sorprendentes que podemos llegar a conseguir gracias a la técnica de la holografía.