Al dirigir nuestra mirada hacia el cielo, además de aviones podemos encontrar helicópteros. Estas aeronaves que avanzan y se mantienen en el aire gracias al funcionamiento de al menos un rotor horizontal tienen una estructura que les permite despegar y aterrizar sin necesidad de tener una pista a disposición. Se usan con frecuencia para realizar rastrillajes desde el aire en busca de personas perdidas o con el propósito de rescatar gente en alta mar y en toda zona de difícil acceso por tierra, para socorrer en el ámbito urbano a individuos en grave estado de salud a fin de llegar más rápido a un centro asistencial, para paseos turísticos, etc.

Quienes se dedican a analizar las alternativas disponibles en materia de helicópteros señalan la existencia de helicópteros militares y otros de uso policial, así como también hay helicópteros civiles destinados al transporte de pasajeros y otros que se caracterizan por tener funciones de carga. En cada caso, varían los tamaños y la apariencia de las unidades.

Al profundizar en el tema, es posible diferenciar entre helicópteros utilitarios (de carácter polivalente), helicópteros grúa (pueden trasladar por aire cargamentos de gran peso), helicópteros de ataque (del ámbito militar, empleados para atacar objetivos terrestres con diversos armamentos), helicópteros de observación (con láser para optimizar la visibilidad desde ellos), helicópteros sanitarios (para transportar personas que requiere atención médica en el marco de una urgencia) y helicópteros de propulsión humana (por lo general, avanza con el pedaleo de los individuos a bordo), por enumerar otros a modo de referencia.