Tipos de fuentes


Las fuentes pueden clasificarse de acuerdo a su utilidad, el ámbito al que pertenecen y las características de la estructura.

En un paisaje, por ejemplo, puede sobresalir un manantial de agua que brote de la tierra o un artefacto arquitectónico diseñado especialmente para expulsar agua con fines decorativos. A ambos se los denomina fuente, aunque nada tengan que ver con el objeto que, en física, se conoce bajo el nombre de fuente de luz.

Así como las fuentes que embellecen parques, plazas y jardines de diversas partes del mundo pueden ser de diferentes estilos y tamaños, las fuentes de luz pueden catalogarse como naturales (como lo es el sol) y artificiales (lámparas); primarias (el sol) y secundarias (las cuales reflejan luz de otra fuente, tal como sucede con la luna) o difusas y puntuales.

Al pensar en el término ‘fuente’ también deberían incluirse las expresiones que se utilizan en el campo de la informática y la electrónica para mencionar a distintas piezas y herramientas. Código fuente, fuente de alimentación, fuente eléctrica, fuente de energía, fuente web y fuente tipográfica son algunos de los conceptos que, hoy en día, forman parte del vocabulario de internautas y programadores.

Las fuentes formales del Derecho, la fuente teológica, la fuente documental y los platos profundos que se utilizan en los hogares para servir alimentos son otras clases de fuentes.

Esta palabra, además, suele emplearse para hacer referencia al material que le proporciona información o inspiración a un investigador, periodista o escritor. Este tipo de fuente puede ser escrita, oral, arqueológica, primaria, secundaria o terciaria.