Dirigir la atención al mundo de las aves nos permite descubrir (o conocer más a fondo) las variedades que existen dentro de la familia de los faisanes.
Estos animales, que tienen un tamaño similar al de los gallos, poseen una cola alargada, un plumaje colorido y un penacho de plumas en la zona de la cabeza.
En bosques, campos de cultivo y praderas con cursos de agua cercanos ubicados en diferentes países es posible, por ejemplo, hallar ejemplares de faisán común, una especie procedente de Asia. Hay alrededor de treinta subespecies de esta familia.
El norte de Birmania, el sudoeste chino y la región sudeste del Tíbet, por su parte, son tierras de origen del faisán plateado, también conocido como faisán de Amherst. De la isla filipina de Palawan, en tanto, es el faisán espolonero Napoleón.
El faisán de Sumatra, como su nombre lo indica, es endémico de las áreas selváticas ubicadas en la porción norte de Sumatra. Por la destrucción de su hábitat natural, esta especie corre riesgos en su estado de conservación.
De profundizar nuestros conocimientos sobre estas aves, encontraremos además al faisán koklas, típico de Nepal, China, India, Afganistán y Mongolia. El faisán coliblanco, el faisán cobrizo, el faisán orejudo azul y el faisán noble son otras variedades que le dan diversidad global a la familia de los faisanes.
En relación a las definiciones teóricas del término, es interesante tener presente que, en ciertas regiones de España, esta palabra también da nombre a un hongo que crece en jarales y es apto para consumo humano.