Si llegaron hasta este artículo en busca de una clasificación sobre un tipo de erizo, están de suerte porque además de esa información encontrarán datos extras. Las aplicaciones prácticas de este término derivado del latín ericius son amplias y se relacionan con diferentes ámbitos.
Un erizo, por ejemplo, es un mamífero que, en situaciones de peligro, se dobla adquiriendo una apariencia de bola para protegerse con sus púas. En esta familia de animales hay numerosas especies: el erizo moruno que suele encontrarse en la Península Ibérica, algunas zonas de Francia y África; el erizo común relacionado con subespecies como las del erizo coreano y el erizo transcaucásico, y el erizo orejudo propio del centro asiático.
Distinto es el caso del llamado erizo de mar, un organismo equinodermo de formato tipo globo que está protegido por espinas articuladas. Dentro de este grupo es posible distinguir, entre otros, al erizo de mar morado, que se ubica en fondos costeros del Océano Atlántico Oriental y el Mar Mediterráneo.
Por otra parte, en el ámbito militar se define como erizo a una serie de puntas de hierro que se ubican en lo alto de una muralla o tapia con propósitos defensivos. En tiempos de la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, como defensa antitanque se armaron barras de metal que recibieron la denominación de erizo checo.
Cabe destacar que también se aprovecha la noción para identificar a las cortezas espinosas en las cuales crecen diferentes frutos. Asimismo, puede describir a una mata perteneciente a la familia de las Papilionáceas que suele desarrollarse en terrenos pedregosos.