Al centrar nuestra atención en un puerto, seguramente encontremos diversas clases de embarcaciones, las cuales se aprovechan para pescar, realizar deportes, trasladarse de un lado a otro o, simplemente, para navegar. También al posar nuestra vista en el océano podemos llegar a divisar, muy lejos de la orilla, alguna embarcación entre las olas.
En relación a este tema es interesante destacar, en primer lugar, que hay embarcaciones menores (de pequeño porte) y embarcaciones mayores (de gran porte). El diseño, la antigüedad, la función y la estructura son variables que dan lugar a otras clasificaciones, que a modo orientativo presentaremos a continuación.
Hay, por señalar un caso puntual, embarcaciones de vela como ocurre con los veleros, los cuales son impulsados por acción del viento. Las embarcaciones a motor, en cambio, logran su desplazamiento gracias a la acción de uno o más motores de combustión interna.
Asimismo, es posible diferenciar entre embarcaciones antiguas (objeto de investigaciones históricas, muchas de ellas hundidas en el fondo del mar) y embarcaciones modernas (con apariencia vistosa, detalles vanguardistas, etc).
De profundizar en el tema, encontraremos además embarcaciones nodrizas (a las cuales rodean otras embarcaciones para complementar la función o asistir en tareas al barco mayor), embarcaciones de recreo (reservadas para actividades de ocio y finalidades deportivas), embarcaciones pesqueras (destinadas a la pesca ya sea deportiva como artesanal y comercial), embarcaciones militares (como los buques de guerra, por señalar una clase específica) y embarcaciones de carga (para transporte de diferentes mercaderías), por describir otras a modo de referencia.