Tipos de árboles frutales


La planta perenne que posee tronco leñoso, tiene una vida extensa y crece hacia arriba de forma vertical es la que se conoce a nivel popular bajo el nombre de árbol. Dentro de este grupo pueden distinguirse muchas variedades, pero en esta oportunidad sólo haremos mención a los árboles que producen frutos aptos para consumo humano.

Los árboles frutales, en base a su adaptación climática y propiedades, pueden dividirse en dos categorías: la de los árboles de hoja caduca (aquellos que pierden hojas en un determinado momento del año) y la de las hojas persistentes (conjunto que luce siempre hojas verdosas).

De examinarlos de acuerdo a sus tallos, entonces habrá que definirlos como árboles frutales leñosos (compuestos por un tronco y ramas resistentes que forman madera), árboles arbustivos (con tronco inexistente o de tamaño diminuto y de ramas frágiles sin rigidez), árboles enredadera (tronco poco leñoso y ramas alargadas y flexibles para poder aferrarse a otras estructuras y sostenerse de ellas) o árboles herbáceos (carentes de tronco, provistos sólo por tallos tiernos que se desarrollan de modo horizontal).

La cereza, por ejemplo, es una fruta que se obtiene a partir de un árbol frutal conocido como cerezo, mientras que la ciruela es un fruto carnoso derivado del ciruelo que se caracteriza por contener una única semilla en su interior y poseer efectos depurativos.

Además de los mencionados, forman parte de esta familia de árboles frutales los manzanos (cultivado por las sabrosas manzanas), los membrillos (productores del fruto homónimo que se utiliza en gran medida para fabricar dulce), los nogales (del cual deriva el nutritivo fruto seco conocido bajo el nombre de nuez) y los perales (árboles caducifolios cuyo fruto es la pera).