El águila es un ave rapaz diurna que se caracteriza por tener un gran tamaño, apariencia robusta, garras poderosas y un pico puntiagudo. Estos depredadores, además, cuentan con una extraordinaria agudeza visual y, gracias a su fuerte musculatura, pueden sujetar en vuelo a presas más pesadas que ellos.

La familia de las águilas es numerosa e incluye a especies como el águila imperial oriental, el águila real, el águila coronada, el águila calzada barreada, el águila culebrera europea, el águila morena filipina, el águila dorada, el águila crestada, el águila de cabeza blanca y el águila de Verreaux, por citar a algunas.

Cabe destacar que a lo largo de la historia este animal ha sido considerado como símbolo de majestad y victoria. Prueba de ello es que, por ejemplo, en heráldica existen águilas bicéfalas, águilas romanas y la llamada Águila de San Juan. Desde la perspectiva de la numismática, asimismo, la figura de este ave es signo de divinidad o imperio.

Fuera de este ámbito, el concepto aparece relacionado a lugares localizados en países como España y Colombia (como la ciudad de Águilas y el municipio conocido como El Águila), así como también da nombre a condecoraciones militares, tales los casos de la Orden del Águila Blanca, la Orden del Águila Roja y la Orden del Águila Azteca.

En el campo de la alquimia, por otra parte, el término se vincula a sustancias y/o preparaciones que se bautizan bajo el nombre de águila blanca, águila celeste, águila de Venus, águila volante y águila dilatada entre otros.