El concepto de jefe se utiliza en idioma español para hacer referencia a la autoridad de una escala jerárquica desarrollada en torno a una corporación, partido, oficina u oficio donde existen subalternos y alguien que tiene, gracias a su cargo, el poder para dar órdenes y hacerse responsable del accionar de sus empleados.
Si bien las funciones de un jefe varían de acuerdo al ámbito al que pertenezca, en líneas generales puede decirse que un jefe es quien se encarga de trazar objetivos para el grupo que encabeza, toma decisiones influyentes para su núcleo y el que asume, en definitiva, la responsabilidad de hacer cumplir los propósitos establecidos o, en su defecto, de explicar por qué no se ha podido concretar lo pautado.
Al pensar en los diferentes tipos de jefes que existen en la vida cotidiana, uno puede optar por clasificar a dicha figura según su actitud o en base a las características del puesto.
De analizar el perfil de mando, entonces pueden surgir alternativas como las de jefe autocrático (autoridad que no consulta las órdenes y exige que éstas sean obedecidas sin excepción), jefe democrático (aquel que no ejerce su función de forma despótica), jefe carismático (aquel que tiene la habilidad para motivar), jefe paternalista (modalidad sentimental del autoritarismo) y jefe laissez faire (inspirado en una expresión francesa que significa ‘dejar hacer’ ya que esta autoridad da completa libertad de acción).
En cambio, si se hace foco en el tipo de actividad, es posible reconocer a los jefes de Estado, jefes de proyecto, jefes de gobierno, jefes militares y jefes de línea.