Al repasar artículos publicados en Tipos.com.mx en relación a los trastornos podemos recordar o aprender las diversas clases que existen en materia de trastornos alimenticios, interiorizarnos sobre los trastornos de la personalidad y saber detalles de los trastornos de aprendizaje. Hoy, la idea es complementar los datos anteriores haciendo foco en otro tipo de trastornos: los de ansiedad.
Estos cuadros que atentan contra el bienestar del ser humano por generar crisis de ansiedad o miedo excesivos pueden desencadenarse por múltiples factores (hay causas de orden biológico, consecuencias del estrés, etc). De acuerdo a los síntomas, a cómo se desarrollen y qué situaciones influyan en la patología, el trastorno de ansiedad puede ser diagnosticado y clasificado de diferentes maneras.
Se habla de trastorno de ansiedad generalizada (TAG), por ejemplo, cuando no hay una situación específica que dispare la ansiedad, el temor o las preocupaciones sino que se padece de manera prolongada y sin motivos aparentes.
El trastorno de pánico, por su parte, se manifiesta con náuseas, agitación, temblor corporal e intensos pero breves episodios de terror a algo o a alguien. En ciertas ocasiones, el profesional hace un diagnóstico más preciso en este marco y entonces da cuenta de que el paciente padece un trastorno de pánico con agorafobia cuando este problema le genera temor a una nueva crisis y le impide, por ejemplo, salir de su hogar por el terror que le produce la idea de tener un ataque de manera repentina en cualquier lugar.
También se reconoce al trastorno fóbico, donde se evidencian miedo y ansiedad de manera desmedida ante un cierto panorama.
De profundizar en los trastornos de ansiedad, descubriremos además que hay trastornos de ansiedad social (TAS), trastornos obsesivos-compulsivos (TOC), trastornos de estrés post-traumáticos (TEPT), trastornos de ansiedad por separación y trastornos de ansiedad infantiles.