Tipos de protozoarios


Los expertos en Zoología utilizan el concepto de protozoario (o protozoo) para identificar a los organismos generalmente microscópicos que están conformados por una única célula o bien por una colonia de células que resulta idénticas entre sí. Estos microorganismos pueden presentar diferentes características, vivir en distintos ambientes y agruparse en función de sus particularidades en múltiples grupos que vale la pena conocer para aprender más sobre el tema.

Los protozoarios más simples, por indicar un caso específico, son los rizópodos, un filo de protistas unicelulares de gran antigüedad que también se definen como sarcodinos. En él, no todos los integrantes evolucionan a partir de un ancestro común, por eso se lo considera un grupo no monofilético.

Los ciliados o cilióforos, en tanto, presentan una estructura celular organizada y de gran complejidad. Estos protozoarios tienen un tamaño considerable y conforman un conjunto muy variado de protistas que se desarrollan en cualquier sitio húmedo.

Por su parte, los mastigóforos o flagelados son protozoarios que poseen al menos un flagelo alargado ya sea en una o en todas las fases de su vida. Estas estructuras, según se cuenta, son útiles para su locomoción y a la hora de capturar el alimento, así como también pueden funcionar como receptores sensoriales.

Los microorganismos bautizados como esporozoos, por último, son parásitos que pueden llegar a generar distintas enfermedades.

De buscar más categorías y referencias, podremos identificar a protozoarios ameboflagelados como el caso de Naegleria fowleri, a protozoarios hemoflagelados como Trypanosoma evansi y a protozoarios parásitos como Plasmodium malariae, por detallar algunos ejemplos.