Un polígono, desde la perspectiva de la geometría, es una porción de plano, denominada figura, que está limitada por líneas rectas. Ya a nivel más general, el término se entiende como una unidad urbanística que está constituida por una superficie de terreno delimitada para múltiples propósitos (valoración catastral, planificación residencial, ordenación urbana, etc.).
Si se hace mención a las figuras geométricas, las clasificaciones pueden llevarse a cabo por el número de lados (trígono, tetrágono, pentágono, etc.) y por la forma de su contorno (criterio que da lugar a las nociones de polígonos simples, complejos, convexos, cóncavos, regulares, irregulares, equiláteros y equiángulos).
De profundizar en las variedades de polígonos geométricos, se advierte también que existe un conjunto de polígonos, denominados estrellados, que se forman a partir del trazado de diagonales en polígonos regulares. Asimismo, resulta interesante saber que la frase ‘Polígonos de Thiessen’ hace referencia a una construcción geométrica que permite llevar a cabo una partición del plano euclídeo. Por sus características, los Polígonos de Thiessen (llamados así en honor al meteorólogo estadounidense Alfred H. Thiessen) constituyen uno de los métodos más simples de interpolación.
En cambio, si se amplía el alcance de este término se pueden identificar otras clases de alternativas, entre las cuales se pueden mencionar a los polígonos de tiro (un campo destinado a prácticas de artillería), los polígonos industriales (espacios también llamados parques o cinturones industriales donde, como su nombre lo indica, se llevan a cabo actividades de tipo industrial) y los polígonos interiores y exteriores, por citar algunas a modo de ejemplo.