La permeabilidad, de acuerdo a la teoría, se produce cuando un producto resulta permeable, es decir, si tiene la capacidad para que algún fluido (como el agua, por ejemplo) lo traspase o atraviese sin modificar su estructura interna.

En el campo de la Física, por señalar un caso específico a modo de referencia, se describe como permeabilidad magnética a la propiedad que les permite a ciertos materiales incrementar en su interior la densidad del campo magnético. Esta condición está expresada como el cociente que resulta de la inducción magnética y la intensidad que presenta el campo magnético. De profundizar nuestros conocimientos en relación a las propiedades magnéticas de diferentes elementos, entonces lograremos saber además qué y cómo son las categorías denominadas permeabilidad inicial y permeabilidad máxima.

Por otra parte, es interesante saber que se alude a la permeabilidad intrínseca cuando se toman en consideración las particularidades propias del terreno analizado y que se presenta como permeabilidad de Darcy o real si a la permeabilidad intrínseca se le añaden las particularidades del fluido en contacto con la superficie estudiada. Se pueden distinguir, asimismo, a la permeabilidad relativa y a la permeabilidad absoluta. Los suelos, a grandes rasgos, pueden catalogarse como poco permeables, semi-permeables y permeables.

Lejos de estas interpretaciones, podemos reconocer además a la permeabilidad intestinal, tal como se identifica al fenómeno que le permite a la pared del intestino actuar como una barrera selectiva para permitir que pasen los nutrientes y bloquear el avance de sustancias que podrían ser dañinas para el organismo.