Tipos de longboard


Desde hace algún tiempo, muchos conceptos propios del idioma inglés traspasan las fronteras y son adoptados por hablantes de otras lenguas, como sucede en países hisponohablantes con palabras como shopping, marketing o longboard.

Este último término, por ejemplo, se traduce como “tabla larga” y refiere a un elemento que numerosos jóvenes amantes del deporte utilizan como medio de transporte o para concretar el desafío de realizar carreras. Se trata de un objeto de características similares al skate, pero más alargado y estable que éste por llevar ruedas algo más grandes.

El movimiento que popularizó a estas tablas se conoce, también en inglés, como longboarding y creció a mitad de los ’50 en California (Estados Unidos), junto a la pasión por el surf.

Según quienes practican piruetas con longboard y se han vuelto expertos de esta disciplina, hay múltiples modalidades aceptadas a la hora de subirse a una de estas tablas.

Hay quienes, por ejemplo, prefieren la versión Carving (basada en movimientos parecidos a los del snowboard e ideal para superficies empinadas), mientras otros cultivan el arte Freestyle (el cual consiste en realizar las piruetas típicas del skateboard).

Otras alternativas posibles con longboard son la denominada Cruising (que anima a aprovechar la tabla como medio de transporte para desplazarse de un lado a otro), Slalom (reservada para correr carreras sobre alguna pendiente repleta de obstáculos a esquivar), Sliding (técnica para realizar deslizamientos sin perder el dominio de la tabla), Downhill (peligrosa opción que exige el uso de casco y otros protectores), Pool (similar al rollerskating y al skateboard, para patinar sobre paredes), Free Ride (trayectos cortos y a una velocidad menor respecto al Downhill) y Dancing (la cual propone bailar sobre la tabla en movimiento).