Tipos de laberintos


Cuando uno piensa en un laberinto, inmediatamente la mente lo traslada a un lugar de entramado complejo (que puede armarse con materiales de construcción o vegetación natural) donde el desafío es hallar la salida. En la vida cotidiana, sin embargo, al informarse sobre los alcances de este concepto uno puede descubrir la existencia de una gran variedad no solo de estilos sino también de clases de laberintos.

LaberintoLos expertos en Anatomía, por ejemplo, definen con esta palabra a un segmento del oído interno, mientras que los amantes del universo literario llaman laberinto a una composición de contenido poético que, sin perder sentido ni cadencia, puede ser leída y entendida tanto al derecho como al revés.

Por otra parte, hay pasatiempos basados en la resolución de laberintos impresos o publicados en Internet que, con diferentes niveles de dificultad, ponen a prueba la capacidad de niños, jóvenes y adultos para hallar el camino que permite unir el punto de origen con la salida. En este marco es posible hallar diseños de laberintos estándar (los gráficos más comunes, con rectas y curvas para confundir al jugador), laberintos con flechas (semirrectas orientadas en distintas direcciones) y laberintos a base de números (para concretar el recorrido “saltando” los casilleros indicados en cada caso), entre otros. Tampoco se puede dejar de destacar que en muchas salas de entretenimiento familiar existe el llamado “Laberinto del Terror”, donde quienes ingresan, mientras se esfuerzan por descubrir la salida, son sorprendidos y asustados por múltiples monstruos o criaturas aterradoras.

También la mitología nos invita a descubrir más sobre estos espacios enredados ya que, por ejemplo, una leyenda griega presenta a Dédalo como el creador del Laberinto de Creta, una construcción que llevó a cabo para poder esconder al Minotauro.