Muchas ramas, cuestiones históricas y doctrinas impulsadas por diversos autores enriquecen al mundo de la Filosofía, generando clasificaciones que amplían el alcance de la materia e invitan a aprender más sobre esta disciplina a partir de distintos abordajes.
El valor del lenguaje y la precisión al momento de analizar una proposición filosófica, por ejemplo, son los rasgos distintivos de la corriente conocida como Filosofía Analítica, mientras que aquella que indaga en las leyes que rigen la naturaleza se define como Filosofía Natural. La maldad o bondad en el accionar humano, en tanto, se contemplan en la Filosofía Moral.
Cómo debería llevarse a cabo el ejercicio político, por otra parte, es un asunto abordado desde la Filosofía Política, así como los pensamientos, las creencias y los sueños son objeto de estudio para la llamada Filosofía de la Mente. Quienes se interesan por el feminismo, por indicar otra posibilidad, pueden hallar también las claves de la Filosofía Feminista.
Al hacer un repaso histórico, es posible distinguir etapas y movimientos dentro de, por ejemplo, la Filosofía Occidental. Es posible diferenciar en este contexto a la Filosofía Presocrática, a la Filosofía Griega y a la Filosofía Helenística. La Filosofía Medieval, la Filosofía Renacentista y la Filosofía Moderna también demuestran la evolución de estos conocimientos.
De centrar la atención en la religión, ganarán relevancia las áreas de la Filosofía Cristiana, la Filosofía Judía y la Filosofía hindú, por enumerar algunas de las más extendidas a escala mundial. Resulta interesante señalar que el taoísmo y el budismo enriquecen a la filosofía religiosa oriental, mientras que el judaísmo y el cristianismo están contemplados en la corriente filosófica occidental.