Para evitar actos de mala educación en cualquier contexto, es fundamental brindar siempre las herramientas necesarias para educar a alguien. No es suficiente con inscribir a los niños en un colegio para que reciban allí educación formal: también hay que educar en el hogar e instruir sin importar la edad a quienes inician un desafío nuevo a fin de que estén preparados para desarrollarlo de manera adecuada, de lo contrario no se tendrán las pautas para conducirse por la vida de forma correcta y respetuosa. Para todos estos propósitos existe la ya citada educación formal, pero también la informal.

También hay que garantizar que las personas con dificultades físicas o discapacidades mentales tengan acceso a una educación especial, así como se requiere formación y entrenamiento para fortalecer el cuerpo a través de la educación física.

Los niños, a temprana edad, deben recibir educación inicial para, con los años, ampliar sus conocimientos académicos en la escuela primaria y en la escuela secundaria. De acuerdo a las posibilidades de cada uno, después se podrá tener educación terciaria o universitaria y obtener un título habilitante para ejercer la profesión elegida. En algunos contextos, se puede aprender a través del sistema de educación a distancia, un método que se hace posible gracias a Internet.

La educación sexual, la educación vial, la educación ambiental y la educación cívica son disciplinas que deben impartirse a escala universal y sin límites de edad para generar conciencia, respeto y prácticas saludables para cada uno y para el resto de la población.