Tipos de bonos


Al pronunciar la palabra ‘bono’ sin un contexto que brinde indicios sobre qué clase de mensaje se intenta dar, no puede haber una única asociación ya que el término puede ser relacionado a múltiples cuestiones.


Bono
, por ejemplo, es el nombre artístico del líder de la banda U2, así como el nombre de localidades ubicadas en España, Estados Unidos, Francia e Italia. También, dicen los estudiosos de la historia y el lenguaje, es un concepto que se empleó para denominar a un antiguo reino africano y un instrumento de deuda.

Más allá de todos los usos que se le puedan dar a nivel popular, lo cierto es que la Real Academia Española (RAE) reconoce a esta palabra sólo como una tarjeta o medalla que puede ser canjeada por comestibles u otros artículos de primera necesidad, como un certificado de abono que otorga el derecho a utilizar un servicio durante una cantidad específica de tiempo y como un título de deuda que puede ser emitido por una tesorería pública, una empresa industrial o una firma comercial.

A partir de estas definiciones, es posible profundizar en la idea del bono como un modo de materializar un título de deuda o renta fija y reconocer las diversas modalidades que existen al respecto. Así, entonces, se descubre la existencia de los bonos canjeables (por acciones ya existentes), bonos convertibles (dan la opción de acceder a acciones de nueva emisión a precios prefijados), bonos cupón cero (el que no paga intereses a lo largo del tiempo sino sólo al momento de ser amortizado) y de los bonos del Estado.

De investigar con mayor precisión o hacer foco en otras cuestiones, por otra parte, adquieren relevancia los bonos de caja, los bonos de deuda perpetua, los bonos basura, los bonos de guerra y los bonos contribución, entre otros.