El concepto de asfixia se utiliza para describir el síntoma que provoca ahogo y dificulta o hasta impide la respiración por obstrucciones en el sistema respiratorio o fallos orgánicos que provocan que el oxígeno no circule. Hay muchas razones por las cuales alguien puede llegar a sufrir un cuadro de asfixia, por eso es importante informarse y tomar precauciones para evitar el problema o saber como actuar en caso de que ocurra. Antes de dar paso a las clasificaciones, es interesante tener en cuenta que el vocablo se aprovecha además para hacer alusión a situaciones que agobian y presionan (“Quiero terminar la relación porque siento que él me asfixia, me controla todo el tiempo, me pide explicaciones…”, “Tantas presiones tributarias y trámites burocráticos asfixian a los pequeños comerciantes”).

Al consultar especialistas en cuestiones de salud, se puede saber que existe la asfixia perinatal (sindrome que puede desencadenarse ya sea durante el embarazo o bien en el marco del trabajo de parto y/o alumbramiento), la asfixia por aplastamiento (que puede sufrir alguien que queda sepultado bajo escombros tras un derrumbe, por ejemplo), la asfixia por atragantamiento (es imprescindible dar los primeros auxilios de inmediato para salvar la vida de quien padece este cuadro) y la asfixia por inhalación de gases tóxicos, entre muchas otras.

Distinto es el caso de la denominada asfixia erótica, una práctica asociada a la satisfacción de índole sexual que consiste en obstruir las vías respiratorias con elementos o maniobras de estrangulación. Si es la misma persona la que se aplica estas técnicas, entonces se la define como asfixia autoerótica.