Resulta interesante, a modo de conocimiento general, saber cuáles son los mecanismos que utilizan las células para generar células hijas. Por eso en esta oportunidad, como el título de esta nota lo adelanta, haremos referencia a la división celular, un proceso que permite el crecimiento y desarrollo de los seres vivos.

En las algas, amebas y bacterias, por ejemplo, se lleva a cabo el método de reproducción conocido como bipartición, basado en la división de una célula madre en dos nuevas células, idénticas a la original.

La gemación, por otra parte, se advierte con frecuencia en briozoos, esponjas y celentereos. En este marco, surge una célula hija más diminuta que la progenitora tras el surgimiento de una yema en el citoplasma hacia donde se dirige el núcleo y se divide para que una de sus partes quede englobado allí.

La división múltiple, en tanto, se lleva a cabo gracias a muchas divisiones del núcleo de la célula madre, un proceso que posibilita el surgimiento de más de un par de células hijas.

En la división que se conoce como esporulación, asimismo, la célula progenitora queda aislada a través de una cobertura que rompen las células hijas para liberarse y poder crecer de manera independiente.

También es importante recordar que, en la división celular, se pueden diferenciar tres procesos clave: la interfase (donde las células se preparan para dividirse), la mitosis (la modalidad más frecuente en las células eucariotas) y la meiosis (llevada a cabo en organismos multicelulares para, de una célula diploide, obtener dos pares de células haploides).

Una lesión en la zona del cerebro que le genere a la persona una incapacidad de comprensión e interpretación parcial o absoluta, señalan los expertos en Medicina, puede provocar dislexia. A nivel general, se define como dislexia a los problemas y dificultades que surgen en relación a la escritura, los cálculos y la lectura no por cuestiones de inteligencia sino por trastornos de atención y falta de coordinación motora.

Para ayudarlos a entender mejor de qué se trata este cuadro y a conocer sus clasificaciones, en los párrafos siguientes detallaremos diferentes tipos de dislexia.

Un daño cerebral específico, por ejemplo, puede desencadenar una modalidad que se conoce como dislexia adquirida porque no se tenía antes de dicha lesión, mientras que un paciente tendrá dislexia evolutiva cuando no puedan distinguirse las razones que, a lo largo del tiempo, le ocasionan dificultades para llegar a una óptima destreza como lector.

Cuando el individuo tiende a priorizar la ruta fonológica para identificar palabras por medio de sílabas, en tanto, se hace alusión a la dislexia superficial. En este marco, los sujetos no logran reconocer a los términos que se escriben de un modo y se pronuncian de otro.

De no predominar la tendencia a segmentar los vocablos y apelar a la memoria visual para deducir palabras, situación que se complica frente a locuciones no conocidas o poco habituales, se tratará de una dislexia fonológica.

Es interesante tener presente también que, si el cuadro se advierte en la fase de aprendizaje de la lectura, se la señala como una dislexia específica, mientras que si se diagnostica después de dicho periodo, se la presenta como una dislexia de comprensión.

Para conocer mejor a nuestro organismo es fundamental estar al tanto de cada sustancia y estructura que poseemos. Hoy, por ejemplo, los invitamos a prestar atención al área bucal para descubrir datos interesantes sobre la dentadura.

Al analizar la composición de un diente observamos un tejido, definido como marfil, que recibe el nombre de dentina. De hacer foco en las particularidades de esta sustancia que forma parte del cuerpo humano, es posible sorprendernos con clasificaciones que brindan la posibilidad de conocerla con mayor detalle.

De acuerdo a los expertos, se trata de uno de los tejidos mineralizados de nuestro organismo. Al observar y analizar la dentina de maduración completa advertimos que su composición incluye colágeno, agua, lípidos, citrato, etc.

Entre la capa de odontoblastos y la dentina mineralizada, señalan los especialistas, se ubica una matriz orgánica conocida como predentina. La dentina secundaria, en tanto, presenta túbulos que se desarrollan en torno a las proyecciones citoplasmáticas de los ya citados odontoblastos. La capa que se encarga de recubrir estos túbulos se define como dentina peritubular, así como la sustancia que se encuentra entre ellos recibe la denominación de dentina intertubular y tiene la particularidad de ser la masa fundamental de la llamada dentina circumpulpar.

Otra información a tener en cuenta sobre el tema tiene que ver con la matriz orgánica que se mantiene sin mineralizar como consecuencia de la imposibilidad de fusionarse que enfrentan los glóbulos que intervienen en el proceso de la mineralización, a la cual se la define como dentina interglobular.

Recibimos visitas y correspondencia en nuestros domicilios. También realizamos pedidos a domicilio cuando queremos disfrutar una rica comida sin salir de casa. A veces, además, pedimos médico a domicilio… Como resulta evidente, son muchas las ocasiones en las cuales hacemos alusión al domicilio, es decir, a la dirección de nuestro hogar pero no siempre tenemos presente cómo se clasifican estos lugares en función de las características que posean.

Las empresas o establecimientos reservados para el desarrollo de actividades no habitados de manera permanente, por ejemplo, se conocen como domicilios sociales. Donde reside de modo estable un individuo, en cambio, se denomina domicilio civil, mientras que al abordar el concepto de forma más amplia, teniendo en cuenta al Estado en su conjunto, adquiere protagonismo la idea de domicilio político. En este último caso, quien aparece como responsable de dicho domicilio se integra a la sociedad aún manteniendo su condición de extranjero.

El domicilio internacional, por su parte, tiene un cierto vínculo con el domicilio político, aunque por su definición se deja en claro que aquel que lo presenta en un determinado país no es nativo de él.

Más complejo es el domicilio fiscal que puede, o no, coincidir con el domicilio civil. Se trata del lugar que se declara ante la ley para recibir notificaciones legales, impuestos, etc. Dentro de este grupo aparecen otras subcategorías que demuestran la diversidad de opciones que admite el domicilio fiscal.

El domicilio legal es aquel que la persona declara para responder eventuales requerimientos (citaciones judiciales, por ejemplo), mientras que el domicilio real o voluntario es el sitio de residencia estable. En ocasiones, se lo define asimismo como domicilio conyugal.

El domicilio contractual es aquel que aparece detallado en los contratos del individuo, mientras que el domicilio procesal se selecciona entre el legal, el real y el contractual. Por último, hay que tener en cuenta la existencia del domicilio múltiple, que surge cuando un individuo vive de manera alternativa en más de un sitio.

En muchos contextos, asuntos y disciplinas adquiere relevancia la idea de dimensión. No solo existen las famosas tres dimensiones (3D) que tanto nos sorprenden a través de películas, videojuegos y ecografías que muestran imágenes con gran exactitud y profundidad: en los párrafos siguientes nos encargaremos de detallar otras clases de dimensiones, algunas más conocidas que otras.

A grandes rasgos, podemos reconocer a las dimensiones físicas (que se segmentan en dos pares de dimensiones perceptibles, conformadas por tres dimensiones vinculadas al espacio y una cuarta dimensión de carácter temporal) y a las dimensiones matemáticas. En este último caso se trabaja con la dimensión topológica y/o la dimensión de un espacio vectorial. Los expertos en Geometría, asimismo, tienen en cuenta la dimensión fractal y, en este marco, entran en juego la dimensión de información, la dimensión de empaquetado, la dimensión de Hausdorff-Besicovitch, las dimensiones de Rényi, la dimensión de correlación y la dimensión de homotecia.

En el ámbito de la ficción, por otra parte, es común que se haga alusión a una dimensión cuando se busca hacer foco en un universo paralelo.

Más allá de las categorías presentadas líneas arriba, es posible distinguir a la dimensión de escala anómala, a la cuarta dimensión (aplicable en ciencia ficción, Física y Matemática), a la dimensión VC (asociada a los algoritmos de clasificación estadística), a las dimensiones culturales, a las dimensiones de tiempo múltiples y a la dimensión sobrenatural (concepto contemplado dentro de la Teología Cristiana), entre muchas otras que extienden las definiciones y usos de la noción.

A lo largo de nuestra vida, los documentos adquieren un gran protagonismo porque debemos firmarlos o gestionarlos por numerosas causas, para reclamar determinados asuntos, ejercer derechos, etc. Como se trata de un vocablo de amplio alcance sujeto a múltiples clasificaciones, en los párrafos siguientes enumeraremos varios de ellos con sus correspondientes descripciones.

Tal vez por ser la credencial que certifica quienes somos, el más común y de uso diario sea el Documento Nacional de Identidad. Quienes se especializan en Derecho, sin embargo, reconocen muchas otras alternativas, como el documento legal (rubricado y avalado por una persona habilitada para desarrollar actos judiciales o legales), el documento privado (aquel que ha sido autorizado por las partes interesadas y no por una autoridad competente), el documento auténtico (aquel que se encuentra legalizado o autorizado) y el documento público (aquel donde se plasman los acontecimientos y que un funcionario competente ha autorizado).

Los investigadores e historiadores, por su parte, trabajan sobre materiales de archivo de gran valor como lo son los documentos históricos, mientras que los usuarios de equipos informáticos describen como documentos a los archivos que generan y conservan con texto, imágenes, etc.

En otros ámbitos más específicos, además, se suele hacer alusión a los documentos clasificados o desclasificados (información que puede restringirse o liberarse de acuerdo a las voluntades de cada gobierno nacional), a los documentos mercantiles o comerciales (que pueden catalogarse, en función de las particularidades que posean, como negociables o no negociables) y a los documentos numéricos y visuales que constituyen fuentes de información geográfica, entre muchos otros.

Los expertos en Física definen como dínamo a una máquina que, a través de una inducción electromagnética, puede convertir a la energía mecánica en energía eléctrica.

Se trata de un sistema con muchísimos años de historia. Tal vez el más antiguo sea el dínamo que, en 1832, desarrolló el francés Hippolyte Pixii a partir de un imán permanente que debía ser girado por medio de una manivela. Décadas más tarde, el mecanismo fue mejorado por Antonio Pacinotti, un italiano que propuso un dínamo con otra estructura para resolver el desafío planteado por la corriente alterna: este especialista reemplazó la antigua bobina giratoria por otra de formato toroidal que enrolló en torno a un anillo de hierro.

La dínamo de Gramme, por su parte, surgió hacia 1870 por iniciativa del belga Zénobe Gramme, técnico que quedó en la Historia por ser quien con esta máquina ofreció el primer generador eléctrico que pudo utilizarse a escala industrial.

La tecnología y los avances de la ciencia han podido diversificar al rubro de las dínamos y ofrecer múltiples diseños, tamaños y aplicaciones. Además de utilizarse en automóviles como generadores de energía eléctrica, hay dínamos de botella que, al ofrecer iluminación desde la zona de las ruedas, le permitieron a muchos ciclistas circular de noche, aunque este sistema primitivo fue reemplazado con el tiempo por la dínamo de buje.

Más allá de este uso específico, es interesante tener presente que la idea de dínamo o dinamo (sin tilde) se aprovecha en otros rubros ya que, por ejemplo, hay equipos de hockey sobre hielo y fútbol bautizados con esta palabra.

La humanidad, segmentada en eras y culturas, siempre ha venerado y creído en deidades. Si uno repasa las características de las religiones y los cultos de cada pueblo podrá reconocer a distintas clases de dioses.

En la Antigua Grecia, por señalar un caso específico, tenían relevancia los dioses olímpicos. De todos ellos, los que más popularidad han alcanzado a lo largo del tiempo, más allá de las fronteras, han sido Zeus, Poseidón, Afrodita y Hera, entre otros.

En el Antiguo Egipto, en cambio, el listado de divinidades incluyó a más de 700 dioses. Si bien, por lo general, se trataba de seres invisibles, de acuerdo a sus creencias tenían la capacidad de encarnarse en seres visibles o constituir el ‘ka’ de determinados animales. Dentro del Imperio Nuevo, los dioses más relevantes fueron Ra, Ptah y Amón.

Al centrar la atención en la mitología azteca, asimismo, aparecen dioses creadores, dioses patronos, dioses venerados de acuerdo a cada circunstancia de la vida y a la profesión desarrollada, y dioses de origen familiar. Las clasificaciones, además, permiten distinguir entre dioses principales, dioses celestes, dioses fenoménicos, dioses acuáticos, dioses asociados al alimento, dioses relacionados a la fertilidad, dioses vinculados a los vicios y dioses nocturnos, entre muchos otros.

Resulta interesante mencionar más allá de las enumeraciones realizadas líneas arriba que, en suelo madrileño, tras la Pascua de Resurrección se organizaba una procesión bautizada como Dios Grande para darle la comunión a la gente enferma. Dios Chico, en cambio, era el nombre de una ceremonia más pequeña para administrarle la comunión a quienes, por sus problemas de salud, no pudo recibirla antes.

Se califica como deudor a la persona que ha contraído una deuda y no la ha saldado. Los expertos en Contabilidad hacen alusión al saldo deudor, por su parte, para mencionar la diferencia existente cuando el debe es mayor que el haber.

En la vida cotidiana, y en el mundo de los negocios, ocurren situaciones que permiten agrupar a los deudores en diferentes grupos según sus formas de proceder o el perfil que poseen en su condición de morosos.

Hay individuos que, pese a su predisposición para saldar la deuda y querer cumplir, no cuentan con el dinero suficiente para poder ponerse al día. En este caso, se los considera deudores fortuitos y son los que, con facilidades y flexibilidad de plazos, cumplen su responsabilidad de devolver el dinero en su totalidad.

Hay, además, gente que a raíz de su desorganización administrativa no está al tanto de montos a pagar y pierde la noción de las deudas contraídas. Estos deudores desordenados, una vez notificados, abonan el dinero correspondiente. Otro cuadro similar es el del moroso negligente, que sabe de la deuda pero no toma las medidas ni las decisiones necesarias para cubrirla en su totalidad.

Tampoco se puede dejar de mencionar la existencia de los deudores circunstanciales que, más allá de su solvencia económica, bloquean o mantienen en suspenso los pagos hasta no resolver el problema o litigio con quien debe recibir el dinero. Una vez solucionado el conflicto, saldan sin inconvenientes la deuda.

La situación se pone más tensa y complicada, en cambio, frente a los morosos intencionales, ya que se trata de deudores que no tienen la voluntad de pagar y, entonces, ganan tiempo y aplican estrategias evasivas para no cumplir su parte. Dentro de este conjunto hay deudores que, aunque tarde, terminan por satisfacer la deuda y otros que, de manera profesional, se las ingenian para pagar únicamente cuando el asunto llega a una instancia judicial y se lo obliga a abonar la totalidad de la deuda.

División no es una palabra reservada al ámbito de la Matemática para describir a la operación aritmética contraria a la multiplicación. Tampoco es exclusiva del campo estudiantil, donde muchos alumnos son separados en cursos y se identifican como parte de una u otra división según corresponda. Se trata de una palabra con múltiples aplicaciones tanto en la vida cotidiana (de manera informal) como en áreas de trabajo o estudio formales y profesionales.

Dentro del sector militar, por señalar una posibilidad, se reconocen divisiones motorizadas (integradas por tropas que avanzan sobre vehículos especiales) y divisiones blindadas o acorazadas (en las cuales se apela a vehículos blindados y carros de combate para el transporte).

Quienes se especializan en Biología, en cambio, aluden a la división celular para mencionar un método de reproducción que permite generar al menos un par de células hijas. De aplicar la idea en Geografía, ganan relevancia las divisiones administrativas, donde se advierten divisiones territoriales.

Si nos centramos en el uso que se le da al término en el marco de la Matemática, además de la división entendida como un cálculo que complementa a la adición, a la sustracción y a la multiplicación podremos reconocer a la división por galera, a la división polinomial y a la división euclídea.

En materia deportiva, asimismo, es posible diferenciar a los deportistas profesionales y a los clubes más grandes respecto a otros sin tantos logros, experiencia o historia: muestra de esto es, por ejemplo, el fútbol de Primera División respecto a los equipos que compiten en Segunda División.